NAVEGAR EN LA INCERTIDUMBRE
A veces en el transcurso de la vida vivimos situaciones que nos producen sufrimiento, y estas situaciones son inherentes a la vida.
Cuando la idea que tenemos de lo que tiene que ser la vida no se ajusta a lo que esperamos, nuestros esquemas se vienen abajo y nos descolocamos. En realidad lo que nos descoloca tiene que ver con nuestras expectativas, con lo que nos gustaría, con un deseo de cómo creemos que debería ser la vida, pero en vez de formularlo como un deseo, lo convertimos en una creencia y esperamos que se cumpla, y si no es así nos invade una sensación de incertidumbre. A partir de aquí cuando las cosas que nos pasan no coinciden con el esquema predeterminado que tenemos, nos frustramos, nos quejamos de nuestra mala suerte, instalándonos a veces en el desánimo y en la rabia.
- ¿Cómo nos sentimos ante las situaciones de incertidumbre?
- ¿Cómo reaccionamos ante ellas?
- ¿Estamos preparados para vivir en la incertidumbre?
- ¿Nos han explicado que la incertidumbre forma parte de la vida, que es una de sus principales características y tendremos que aprender a vivir con ella?
- ¿Qué sentimos cuando pensamos la vida desde esta perspectiva?
De hecho la incertidumbre da sentido a la vida y es uno de sus ejes más importantes ya que todo gira a su alrededor, y contrarrestamos la sensación de desasosiego que nos provoca mediante una falsa idea de seguridad.
- ¿De qué creemos que depende nuestra seguridad?
- ¿Qué cosas nos hacen sentir seguros?
- ¿Dónde depositamos nuestras expectativas de seguridad, en factores externos o internos?
Si son factores internos, ¿Cuáles son? ¿Y si son externos?
Corren tiempos de cambios sociales y económicos, pero también culturales y de valores. Esta situación que estamos viviendo en nuestro entorno tiene como consecuencia un malestar social al que denominamos "crisis". Y esta crisis provoca en muchas personas una fuerte desestabilización emocional ya que resultan afectados importantes aspectos de su vida que están relacionados con las pérdidas.
Cuando sufrimos pérdidas importantes: lugar de trabajo, pérdida económica, una separación, tener que emigrar, la muerte de un ser querido, etc., nos sentimos vulnerables y nos invade una sensación de inseguridad y desamparo porque perdemos los puntos de referencia que hasta entonces nos habían sostenido.
Reflexionar sobre ello nos puede ayudar a tomar conciencia de los valores que asociamos a la idea de seguridad y a una revisión y replanteamiento de los pilares que la sustentan.. A menudo nos apoyamos en esos pilares sin cuestionarlos, porque no nos paramos a pensar en qué se basan, y erróneamente, a veces depositamos en ellos nuestro equilibrio emocional.
La incertidumbre está vinculada a la idea de cambio y los cambios nos asustan por lo que tienen de nuevo y desconocido, incluso cuando el cambio es deseado y promovido por nosotros mismos. Cuando no lo es y la vida nos zarandea inesperadamente, el miedo aumenta y a veces nos paraliza, sobren todo cuando está relacionado con pérdidas, ya que lo que perdemos nos daba seguridad. Es en este momento cuando nos abandona la perspectiva, nos sentimos vulnerables, perdemos el propio criterio y somos fácilmente manipulables.
LA SENSACIÓN DE INCERTIDUMBRE NOS DESCOLOCA Y NOS SENTIMOS VULNERABLES
COMO NOS DEFENDEMOS ANTE LA SENSACIÓN DE INCERTIDUMBRE
- Nos adherimos a las opiniones y actitudes de los demás como forma de seguridad postiza que nos impide escuchar nuestro yo interno y nos lleva a la dependencia.
- Renunciamos a dudar, reflexionar e investigar para obtener nuestro propio criterio por miedo a equivocarnos y a no ser reconocidos y valorados por la opinión de" la mayoria".
- Huimos hacia adelante sin parar de hacer cosas en plan "hiperactivo" y ello nos impide conectar con nosotros mismos y reflexionar.
- Evitamos hablar de los temas conflictivos para no enfrentarnos a la opinión de algún amigo que podría cuestionar lo que pensamos y "obligarnos" a darnos cuenta de que necesitamos cambiar de actitud para avanzar.
- Nos desorientamos y nos confundimos porque estamos en contradicción y sentimos que no llevamos las riendas de nuestra propia vida.
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Teniendo en cuenta pues que la incertidumbre nos crea inseguridad, ¿Cómo podemos vivir en un medio que sentimos hostil y en unos momentos como los actuales donde la idea de seguridad está en crisis?
COMO APRENDER A NAVEGAR POR LA INCERTIDUMBRE Y LLEGAR A BUEN PUERTO
ASPECTOS IMPORTANTES A TENER EN CUENTA
- Más allá de los factores externos, lo más importante es poder aceptar y asumir que la vida es así, incierta, y que ello no debe de ser un obstáculo para poderla vivir satisfactoriamente. Como con todos los imponderables no debemos luchar contra la incertidumbre ya que si lo hacemos se nos girará en contra como un boomerang. Debemos acompañarla, llevarla a nuestro lado, pactar con ella como con una compañera de viaje, ya que toda la vida queramos o no, caminará a nuestro lado.
- Aprender a poner en cuestión las verdades absolutas ya que van asociadas a las "grandes verdades" que "nos guían" por un camino que nos señala supuestamente lo que tenemos que pensar y hacer.
Poner en duda los dogmas, las actitudes de una presunta seguridad que no se acompaña de tolerancia y las de quien no se pone en nuestro lugar para entender lo que sentimos y pensamos.
- Permitirnos dudar y dar valor y sentido a nuestra duda y a las cosas de las que dudamos. Nos ayudará a discernir lo que nos conviene y lo que no. Generalmente se le da al hecho de dudar una connotación negativa porque se asocia con inseguridad. Nada más lejos de ello, todos los inventores lo han sido porque se han permitido el beneficio de la duda y han puesto en cuestión las verdades establecidas convencionalmente.
Dudar es positivo a condición de que no nos atasquemos dando vueltas continuamente al mismo tema ya que ello nos impedirá avanzar. Dudar nos ha de facilitar investigar y resolver.
Socialmente se propicia una imagen de seguridad que no suele pasar por la reflexión, y por tanto no permite la duda, condición indispensable para discernir, confiar en nosotros mismos y sentirnos seguros.
No dudar es instalarse en una falsa seguridad.
- Permitirnos "no saber". Frecuentemente se escuchan frases como ésta: "Tenemos que ser seguros, positivos, saber lo que queremos ser y lo que queremos hacer". Desconfiemos de las frases en imperativo, niegan los sentimientos que llevan asociados y por tanto se convierten en juicios que matan las emociones de los que no se ajustan a ese patrón. Por ejemplo, "Tenemos que ser valientes y superar las cosas", ¿Y si no lo somos? ¿Y si tenemos miedo?... ¿Entonces qué pasa? ¿Dónde está escrito que tengamos que ser valientes? ¿Por qué se da por supuesto? ¿Dónde colocamos el sentimiento de miedo si no puede ser escuchado y acogido para comprenderlo y superarlo?
El problema lo tenemos cuando interiorizamos este tipo de mensajes, ya que entonces nos convertimos en nuestro peor juez, juzgando y reprobando nuestras propias emociones y sentimientos por creerlos inadecuados en vez de acogerlos con cariño como haríamos con nuestro mejor amigo.
- Cómo vemos hay muchos prejuicios y actitudes vinculados a "cómo se tiene que ser, sentir o pensar". Estas actitudes están muy mitificadas y llevan a la gente a sentirse en inferioridad si no cumplen los estándares establecidos. Porque...¿Si no somos valientes es que somos cobardes?, ¿Si dudamos es que somos inseguros?, ¿Si no sabemos lo que queremos es que no tenemos recursos para investigarlo?. Sinceramente, lo dudo. Pero ésto es lo que solemos pensar cuando no podemos cuestionar esos estigmas sociales y nos topamos con personas que los representan.
- Permitirnos equivocarnos ya que es la única manera que tenemos de aprender, no hay otra.
Observemos que una cosa se sigue de la otra: si no asumimos que la vida es incierta, si no cuestionamos las opiniones de los demás dándolas por válidas, si no dudamos de las verdades absolutas, tampoco podremos tomar decisiones y hacer valer nuestro criterio por miedo a equivocarnos.
QUE IMPLICA APRENDER A NAVEGAR EN LA INCERTIDUMBRE
Una vez hayamos entendido y ensayado con las premisas que os he comentado, aprender a navegar en un medio incierto ya no será un trabajo duro ni inexpugnable, ya que no significa navegar sin rumbo.
Representa haber comprendido y asimilado los puntos anteriores y por tanto:
- Aprender a navegar en un equilibrio inestable.
- Confiar en nuestra brújula interna que habremos puesto a punto a través de la reflexión.
- Marcar el rumbo que queramos en cada momento.
- Confiar en los recursos que tenemos y que hemos utilizado otras veces para superar situaciones ya que pueden ser un punto de referencia en que apoyarnos.
- Tener libertad de elección.
APRENDEMOS NAVEGAR CON NUESTRO PROPIO RUMBO