La colaboración interdisciplinar entre profesionales del mismo o diferentes ámbitos se hace cada vez más necesaria. En el ámbito de la salud, donde coexisten múltiples y diferentes especialidades, el trabajo conjunto entre colegas permite compartir conocimientos y experiencias que favorecen tanto la apertura de perspectiva dentro y fuera de la profesión, como la complementariedad a la hora de aplicar estos conocimientos concretos en el ejercicio profesional.