Cuando la imagen que tenemos de nosotros mismos está idealizada, y consideramos que deberíamos hacer más cosas de las que podemos, a veces desproporcionadas, nos sumimos en un estado de malestar crónico de insatisfacción permanente, además de rabia, pena y menosprecio por nuestra propia persona, que disminuyen el grado de bienestar i de salud psicológica. Exploramos las causas de la auto exigencia, identificando el grado de frustración que implica y trabajamos para normalizar nuestra autoimagen.